He visto quebrarse el alba

y aunar sus fragmentos

En el centro de una voz

He desgarrado yo misma

sus ataduras y pliegues

He ofertado mi propia luz

en la cúspide nocturna

Para ver llenarse el mundo

de coloraciones esplendentes

Para ver si acaso

a pesar de la noche

algo podía hacer yo

De modo que esa voz,

esa emisión rotunda

Se originase y expandiese.


Lo que he podido ha resultado este silencio.

1 comentario:

Dolores Eidán dijo...

Un silencio que parece decir tanto...

Hermoso texto.
Saludos!